viernes, 23 de agosto de 2019

Cambio de discurso para que todo siga igual

Durante semanas, la escasez de cambios reales más allá de pequeños gestos que no modifican en exceso el statu quo en Donbass se han justificado por el hecho de que la mayoría parlamentaria seguirá del lado de Poroshenko hasta que se constituya el nuevo Parlamento. Sin esa mayoría, Zelensky ni siquiera ha intentado debatir medidas que, aún bajo la presidencia de Parubiy, habrían sido imposibles de aprobar y que habrían causado alarma en la minoría nacionalista que no duda en usar la amenaza y la fuerza contra leyes que considera contrarias a la ideología nacionalista que se ha impuesto en el país en los últimos cinco años.


Ahora que se acerca la constitución del nuevo Parlamento, cuando el equipo de Zelensky dispondrá del poder ejecutivo y, gracias a la mayoría absoluta obtenida por su partido en las elecciones legislativas anticipadas, también del legislativo, ya no podrá alegarse la excusa de la falta de consenso. Con una mayoría parlamentaria tan favorable, el nuevo presidente ucraniano, que llegó al poder con promesas de paz y de hacer los sacrificios necesarios para conseguirla, no tendría dificultades para aprobar y aplicar las medidas que los acuerdos de Minsk exigen para el retorno de los territorios de la RPD y la RPL bajo control ucraniano con un estatus especial y cierta autonomía.

Sin embargo, los escasos movimientos de Zelensky en estos meses en el terreno de la diplomacia necesaria para detener la guerra han dejado claro que ciertos aspectos de la política no iban a cambiar. Es el caso de las constantes declaraciones con las que el nuevo presidente ha garantizado que Ucrania no negociará con Donetsk y Lugansk, un claro guiño de continuidad en una política que garantiza el bloqueo del proceso de Minsk. Un bloqueo que únicamente podría ser interrumpido por más concesiones de Donetsk y Lugansk, algo que Kiev sigue buscando, no solo en términos de renunciar a las escasas concesiones que Minsk les garantiza. Es el caso de las exigencias que Kiev requiere a cambio de levantar el bloqueo económico o la negativa a aprobar un estatus especial o la amnistía general que prevén los acuerdos.

Como ya hiciera la administración anterior, Kiev sigue exigiendo a Donbass pasos y concesiones más allá de lo exigido por los acuerdos de paz a cambio de vagas promesas de futuro que ya ni siquiera incluyen la paz. En otro signo más de continuidad que no invita al optimismo, el líder del partido de Zelensky en el Parlamento descarta ya la posibilidad de una paz a corto plazo. Las palabras y los hechos de Zelensky en estos meses invitan a pensar que el motivo es que Kiev seguirá exigiendo a Donetsk y Lugansk unas condiciones que equivalen a aceptar la rendición unilateral.

Las palabras del próximo presidente del Parlamento
Artículo Original: Antifashist

El líder del Partido “Servidor del Pueblo” y futuro presidente del Parlamento de Ucrania ha afirmado que no es posible que la guerra en Donbass acabe rápidamente. Razumkov realizó tales declaraciones en una entrevista concedida a Novoye Vremya, publicación que se considera cercana al ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov. Es improbable que sea una coincidencia.

“Por supuesto que queremos un final rápido de la guerra, aunque todo el mundo sabe que no va a acabar pronto y que eso no lo decide el Parlamento. Se trata de un camino largo por el que tiene que pasar todo el país, todos nosotros juntos”, afirmó, sorprendiendo quizá a ese 75% del electorado que votó a Zelensky para que fuera su presidente. No es ningún secreto que el partido de Zelensky recibió ese notable apoyo electoral porque los ucranianos tenían la esperanza de que Zelensky no sería otro “Petro sangriento” y detendría la sangría en Donbass, que en estos cinco años ha agotado a los ucranianos.

Razumkov también ha borrado del mapa al Parlamento, afirmando que no dependen de él las cuestiones de guerra y paz. Esto significa implícitamente que es improbable que el Parlamento enmiende la Constitución, algo exigido por los acuerdos de Minsk para introducir el estatus especial para Donbass. Como su predecesor, en esta cuestión Zelensky y compañía van a guiarse por los consejos de sus socios extranjeros.

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