Pyongyang, 3 de mayo (ACNC) -- Kim Chol publicó el día 3 el comentario intitulado "China debe abstenerse de las imprudentes pronunciaciones que derriben el pilar de las relaciones bilaterales".
Ojalá temieran a la amenaza y chantaje y los rumores de guerra de EE.UU. estos días se escuchan de continuo en los grandes países vecinos las palabras irracionales e indiscretas llevando a la etapa más tensa la cada día más agravante situación de la Península Coreana, señala el comentarista y continua:
Los periódicos Renmin Ribao y Huan Qiu Shibao, reconocidos como publicaciones que representan la posición oficial del partido y gobierno de China, divulgaron recientemente varios comentarios que insisten en que la posesión de armas nucleares por parte de la
República Popular Democrática de Corea deviene una amenaza a los intereses estatales de su país, imputan a ésta la responsabilidad del empeoramiento de las relaciones entre los dos países y excusan los viles actos de China que baila al son que le toca EE.UU.
Los comentarios dicen que la RPDC "amenaza la seguridad del Nordeste Asiático" realizando la prueba nuclear a menos de 100 km de la frontera con China, afecta a la situación regional y "ofrece a EE.UU. el pretexto por el fortalecimiento de la disposición estratégica" sobre la región, y agregan que la oposición a la posesión de armas nucleares de la RPDC deviene los intereses comunes de EE.UU. y China y hace falta recrudecer la sanción sobre la RPDC para evitar la guerra que pondrá en peligro su país.
Y no vacilan en soltar hasta los disparates de que el control de las relaciones RPDC-China está en las manos del segundo y que si el primero no desea la confrontación militar con el segundo, debe escoger uno entre los siguientes puntos: "el aislamiento de largo plazo o el otro camino para la seguridad estatal", y "la amistad con China o la renuncia nuclear".
Esto deviene una grave violación a los derechos independientes y legítimos, la dignidad y los máximos intereses de la RPDC y una abierta amenaza sobre el virtuoso país vecino con larga historia y tradición de amistad.
En China hablan de los "daños de las tres provincias nordestes por la prueba nuclear", lo cual demuestra las malas entrañas de este país que no desea el mejoramiento de armas nucleares de la RPDC.
En cuanto al "perjuicio a los intereses estatales", de que suelen hablar los políticos y publicaciones chinos, no es China, sino la RPDC el país que lo sufrió repetidamente debido a la conducta infiel y traidora de la contraparte.
Unos chinos insisten en que la posesión de armas nucleares de la RPDC agrava la situación del Nordeste Asiático y da a EE.UU. el pretexto para fortalecer su disposición estratégica sobre la región. Pero, la estrategia norteamericana de dominio sobre la región de Asia-Pacífico se inició ya antes de que la RPDC contara con armas nucleares, tomando como blanco principal a China.
Debidamente, China merece expresar agradecimiento a la RPDC reconociendo con sinceridad el hecho de que ella contribuyó a la defensa de la paz y seguridad del continente chino frustrando el intento de agresión de EE.UU mediante la enconada lucha de más de 70 años en la primera línea de la confrontación antiyanqui.
Unos estúpidos políticos y hombres de prensa de China disparatean atrevidamente que las relaciones tradicionales de amistad Corea-China convinieron a los intereses de ambos países en aquel tiempo. Ellos tienen que hablar con la correcta comprensión sobre la esencia de la historia.
Dicen que si la RPDC no renuncia las armas nucleares, no vacilarán en ejercerle duras sanciones económicas y cometer hasta la intervención militar, lo cual no pasa de ser una arrogante lógica chovinista de gran potencia, según la cual para los intereses de China deben ser sacrificados debidamente no sólo los intereses estratégicos, sino también la dignidad y derecho a la existencia de la RPDC.
Nadie puede cambiar ni modificar la línea de posesión nuclear de la RPDC indispensable para la existencia y el desarrollo del Estado. Y por muy preciosa que sea la amistad Corea-China, la RPDC nunca la mendigará intercambiándola con las armas nucleares consideradas como la vida.
La RPDC, convertida ya en la potencia nuclear, no tiene la necesidad de rediscutir que son varios sus opciones.
China no debe tratar de examinar el límite de nuestra paciencia, sino tiene que tomar la justa opción estratégica viendo con serenidad la realidad.
China debe reflexionar de las consecuencias graves que se producirán por su imprudencia actual que derriba el pilar de las relaciones Corea-China. -0-
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