El Departamento de Justicia de EE.UU. no presentará cargos contra dos policías blancos envueltos en la muerte del ciudadano afroamericano Alton Sterling en 2016.
Se reabre la herida racial en Estados Unidos. Pasados más de 10 meses desde la muerte del afrodescendiente Alton Sterling a manos de dos agentes blancos, el Departamento de Justicia ha decidido cerrar el caso sin presentar cargos contra la Policía. La noticia, publicada por el diario estadounidense The Washington Post, reunió a decenas de manifestantes indignados en el lugar donde fue asesinado Sterling, de 37 años.
La decisión de la Justicia contrasta con un vídeo grabado por un testigo en el que se puede ver cómo los agentes inmovilizan a Sterling en el suelo y le disparan varias veces a quemarropa. Los hechos ocurrieron el 5 de julio de 2016 en Baton Rouge, en el estado sureño de Luisiana, en el exterior de un supermercado, donde la víctima
vendía discos compactos. Los manifestantes dicen que, sin lugar a duda, lo que pasó fue un asesinato.
Poco después de la muerte de Sterling y en medio de un clima de indignación, el Departamento de Justicia anunció que abriría una investigación exhaustiva e imparcial, en la que se recopilarían todos los hechos y pruebas disponibles para aclarar el caso. Un caso que, sin embargo, quedará impune como muchos otros similares en los Estados Unidos.
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