HAMAS ve en la caída de Netanyahu el declive del régimen de Israel

HAMAS ve claras señales de debilitación del régimen israelí, por ejemplo: el estancamiento político y la imputación por corrupción de Netanyahu.

“Israel experimenta ya un estancamiento sin precedentes. Tres elecciones en menos de un año y la imputación por corrupción del primer ministro [Benjamín] Netanyahu. Creemos que la estructura política israelí es débil y está en retroceso”, ha indicado este sábado el jefe de la dirección política del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya.

Sus comentarios se producen días después de que el fiscal general de Israel imputara a Benjamín Netanyahu por casos de corrupción y soborno, desafiando así al premier israelí de cara a nuevas elecciones en los territorios ocupados palestinos.

Es la primera vez que un primer ministro israelí se enfrenta a cargos penales ante un

tribunal israelí. De hallarlo culpable, Netanyahu podría enfrentar hasta 10 años de prisión por cargos de soborno y hasta tres por fraude y abuso de confianza.

El líder de HAMAS ha señalado que la imputación de graves cargos penales contra Netanyahu aumentará la “firmeza” del pueblo palestino para enfrentarse a los actos ilegales del régimen de ocupación.

“Es una señal para nuestro pueblo palestino, para que sea aún más firme en la defensa de sus derechos, y muestre una mayor resistencia tanto popular como armada”, ha dicho Haniya a los periodistas, al margen de una ceremonia oficial en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.    

A principios de esta semana, el vicepresidente de la oficina política HAMAS, Saleh al-Arouri, también comentó que la inestabilidad política de Israel apunta al declive del “régimen sionista”.

La decisión del fiscal aumentará la inestabilidad política de dicho régimen que, tras la repetición electoral, no ha conseguido formar nuevo gabinete. Además dificultará que Netanyahu forme parte de un hipotético nuevo ejecutivo.

Netanyahu está acusado de delitos de soborno, fraude y abuso de confianza, pero no es el único funcionario israelí sujeto a investigaciones por supuestos cargos de corrupción. Su esposa Sara también está acusada de malversación de fondos públicos, y otras autoridades son investigadas por fraude.