La oposición de Chile insiste en una reforma constitucional y afirma que la actual Constitución es un obstáculo para avanzar hacia “una sociedad más justa”.
En Chile no decae la indignación callejera contra el actual sistema económico, considerado por los manifestantes como “desigual”.
A 16 días del estallido social en Chile, los manifestantes mantienen la presión sobre el Gobierno de Sebastián Piñera. Santiago (la capital), fue otra vez el escenario de choques entre los carabineros y los jóvenes que continúan en pie de lucha.
Las movilizaciones comenzaron a raíz del aumento del pasaje del transporte público. Aunque el gobierno dio marcha atrás, los chilenos siguen en las calles para defender sus demandas de larga data, como mejores pensiones, sueldos dignos y “educación de calidad”, entre otras.
La oposición chilena ve “insuficiente” la agenda social que presentó el gobierno días atrás en un intento por desactivar las protestas.
También señaló que la celebración de un plebiscito y una nueva Constitución que reemplace a la que fue heredada por la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990), es “fundamental” e “indispensable” para superar la crisis social que sacude a Chile.
Según datos oficiales, las protestas han sumado 20 muertos. El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile se mostró preocupado por el uso excesivo de la fuerza por parte de los carabineros.
Según la ONG chilena, la represión de las manifestaciones se ha saldado hasta ahora con unos mil 500 heridos y más de 4 mil 400 detenidos. Agregó que las acciones judiciales presentadas por torturas, tratos inhumanos, degradantes y violencia sexual, han llegado al alrededor de 180.
Las denuncias sobre abusos llevaron a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, a enviar una misión para verificar la veracidad de las acusaciones.
mhn/msf
Hispantv
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