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martes, 24 de abril de 2018

Sin tregua para la población civil

Como hace regularmente, la misión de monitorización de la OSCE en Ucrania valoró la situación actual en Donbass y en el frente. Con argumentos igualmente repetidos, la OSCE alerta de un empeoramiento de la situación en los alrededores de la línea de demarcación. Al contrario que hace tan solo dos semanas, la OSCE ha constatado lo que la población de la zona ya había denunciado: el número y la intensidad de los bombardeos vuelve a aumentar pese al alto el fuego “absoluto e indefinido” que se pactó primero y la “tregua de Pascua” que se acordó después.


Sin embargo, ni los representantes de la OSCE ni otras organizaciones, centradas en el aspecto militar y en la necesidad de cumplir los puntos militares de los acuerdos firmados, parecen haber comprendido en los tres años que han transcurrido desde el inicio del “proceso de paz” que es improbable que se consolide una verdadera tregua si no hay avances en el proceso político. Sin ningún interés por parte de Ucrania de negociar unos términos políticos aceptables, la situación en el frente solo puede ser de inestabilidad y los bombardeos no dejarán de ser una herramienta de presión. Los bombardeos, la presencia de armamento pesado en la línea del frente son la consecuencia de la falta de avances políticos en Minsk, no su causa.

La OSCE constata un empeoramiento en la línea del frente
Artículo Original: Antifashist

Ni el acuerdo del Grupo de Contacto ni la entrada en vigor de la tregua de Pascua han contribuido a reducir la tensión en el conflicto en Donbass. En la región se ha constatado un aumento de las infracciones a los acuerdos de Minsk. De la misma forma, se ha multiplicado por nueve el uso de armamento pesado.

Así lo explicó el jefe adjunto de la Misión Especial de Monitorización de la OSCE, Alexander Hug, en la sesión informativa “Información operativa sobre la seguridad en Ucrania y el trabajo de la Misión Especial de Monitorización de la OSCE” que realizó por videoconferencia.

El número de violaciones del alto el fuego también ha aumentado. “La misión de observación ha sido testigo de un aumento de las infracciones del 10%, con un total de 4287 casos. En el mismo periodo de tiempo, el número de casos de uso de armamento pesado prohibido por los acuerdos se ha multiplicado por nueve” [que no se encuentra en toda la línea de contacto de forma permanente, por lo que el número real de bombardeos y especialmente el uso de armamento prohibido puede ser superior al constatado].

Los observadores internacionales han registrado periódicamente la ausencia de armamento pesado en los lugares en los que debían ser almacenados, pero hasta ahora no se había producido tal aumento en su uso en el frente.

El día anterior, el representante de la OSCE en el Grupo de Contacto, Martina Sajdik, insistió en que la situación en el sudeste de Ucrania está lejos de estabilizarse a pesar de la entrada en vigor de la tregua de Pascua.

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La ONU, preocupada por la situación humanitaria

Además de la ausencia de un alto el fuego real en todo el frente de Donbass, la otra gran preocupación de las organizaciones internacionales es la situación humanitaria. A pesar de los recurrentes informes que alertan sobre la difícil situación de la población más vulnerable -especialmente las personas mayores a las que Ucrania lleva casi cuatro años negando su pensión-, Naciones Unidas vuelve a apelar a los países miembros ante la necesidad de financiación. Como ya advirtió hace meses, la ONU no ha logrado la financiación necesaria para continuar con sus programas en Donbass.

Como confirmó el coordinador de Naciones Unidas en Ucrania, Neal Walker, al centro de noticias de la ONU, el año pasado se recaudó únicamente un tercio de los fondos que se habían solicitado para asistir a la población afectada por la guerra en Donbass. Como ya advirtió Naciones Unidas, esa falta de fondos provocó el cierre del Programa Mundial de Alimentos en la zona. Pese a la campaña #UkraineNotForgotten [Ucrania no está olvidada], con la que se pretende recordar a los países miembros la necesidad de asistir a la población que aún reside en la zona del frente, la falta de fondos persiste este año.

Según recoge el último informe de Naciones Unidas, “en diciembre de 2017, las agencias humanitarias lanzaron un llamamiento para alcanzar los 187 millones de dólares para los servicios de asistencia y protección para llegar a más de 2,3 millones de personas vulnerables en Ucrania”. Por el momento, esta petición ha caído en el olvido. Así lo lamentó esta semana Neal Walker: “hoy, insto a los estados miembros a mostrar su solidaridad con las personas afectadas por el conflicto en Ucrania y a ayudar urgentemente a cubrir el 97% de financiación que falta. Sigo pidiendo a las partes en conflicto que tomen todas las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento del derecho internacional humanitario: los civiles y la infraestructura civil deben ser protegidos. La única solución a la crisis en el este de Ucrania es la paz. No queremos ver más aniversarios de un conflicto que continúa”.

A pesar de las buenas palabras, el desastre humanitario, al igual que las infracciones del alto el fuego, no son más que la consecuencia de la falta de voluntad política por solucionar el conflicto. El bloqueo en un proceso de paz que en realidad nunca ha empezado son la causa de la situación militar y humanitaria en la línea de demarcación, que no cambiará hasta que lo haga el proceso político.

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