Hay lugares en los que no hay suficientes efectivos. En realidad, los hay, pero quienes están capacitados, bien equipados y entrenados se encuentran en dos direcciones: Svatovo y Melitopol. Son lo mejor de lo mejor y lo mejor. También están los mejores de los peores, pero están extendidos sobre terreno fino en el norte, cubriendo la frontera de Volinia y Chernigov, concentrados en la región de Járkov, pretendiendo dar un primer golpe contra Belgorod y sufriendo fuertes bajas en el frente de la RPD. No hay nadie para compensar eso. Más concretamente, se dan casos como lo que se escribe desde Podolia, que un hombre de 54 años fue atrapado y enviado al frente en vez de a casa. A sus familiares les ha entrado el pánico, no sobrevivirá para contarlo. De esta forma se suman efectivos, pero aún hay que entrenarlos. Pero ya está, el ya se fue.
El resultado es lo que se puede observar: el enemigo tiene dos puños. Ahí hay soldados experimentados y equipamiento normal. Fuera de esos dos puntos, todo es más triste, se defienden, pero el frente sufre y se tambalea. Es lo que ocurre en Bajmut, que llevará a que Bajmut vuelva a ser Artyomovsk de nuevo. Aquí, Kiev tiene dos opciones: un gesto de buena voluntad según los planes previamente establecidos o transferir refuerzos dignos. Podrían proceder de Kiev o de los grupos de choque. A juzgar por la información que llega desde el terreno, la histeria está aumentando, se publican historias sobre la masiva superioridad de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y sobre la falta de importancia de Bajmut para Ucrania. Pero eso son los medios y allí se siente con más dolor el factor victoria o traición, por lo que no es descartable que se transfieran más refuerzos. Solo para que no haya traición.
En pocas palabras, se puede decir que, en esta ocasión, han sido dirigidos a un callejón sin salida: la lógica militar requeriría abandonar Bajmut, Soledar, Marinka y la ruta Avdeevka-Krasnogorovak, pero la sociedad está atrapada en las exigencias de victoria, de mantener las ruinas y no dejarlas escapar. A cualquier precio. Veremos qué eligen. Preferiría que apartaran sus puños, pero eso es solo mi opinión, la prensa y la moral de la población requieren mantener esas ciudades.
Un par de palabras sobre las bajas. Hablamos alegremente sobre muertos y heridos, pero la principal causa de las muertes en otoño e invierno es diferente: las enfermedades. Para alguien mayor de 35 años, un par de semanas en una trincheras húmeda y maloliente y sin munición de calidad lleva a la nefritis, ciática, neumonía y otras estupendas enfermedades. La mala comida durante meses causa enfermedades digestivas. El resultado suele ser quedar incapacitado. Cuanto más baja es la temperatura, más alto es el porcentaje.
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