Desde su base aérea de Hmeimim, en el noroeste sirio, Rusia vigila todo blanco aéreo terrorista hasta 400 km de distancia, recalca un alto mando militar ruso.
El jefe adjunto del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el teniente general Serguéi Mescheriakov, ha revelado hoy viernes en el foro Ejército 2017, en Moscú (capital de Rusia), que el sistema ruso de defensa antiaérea instalado en la base aérea de Hmeimim está compuesto por un batallón radiotécnico, una batería de Pantsir-S y varios sistemas S-400.
“Dentro de la zona que cubre este sistema, con un radio de hasta 400 kilómetros y una altura de hasta 35 kilómetros, la destrucción de todos los blancos aéreos está garantizada”, ha recalcado el militar.
Mescheriakov ha calificado el sistema de defensa antiaérea en cuestión como “único” y ha
asegurado que garantizará la “conexión entre los medios técnicos rusos y los sirios de reconocimiento aéreo”, antes de explicar que “los radares sirios pasan la información sobre la situación en el aire a los puestos de mando del contingente ruso”.
Desde septiembre de 2015, cuando Rusia empezó su intervención en la lucha antiterrorista en Siria a petición de Damasco, la base aérea de Hmeimim y la naval de Tartus, en el oeste de Siria —única base naval rusa en aguas del mar Mediterráneo— se han convertido en el punto de partida de las excursiones aéreas y del envío de ayuda humanitaria al pueblo sirio por parte de Rusia.
Cabe señalar que las Fuerzas Armadas de Rusia han utilizado muchos tipos de armamento en sus incursiónes aéreas en el país árabe. Moscú ha desplegado múltiples modelo de aviones de combate, sistemas de defensa aérea S-300 y S-400, buques de guerra y muchas otras armas.
Los ataques rusos, calificados de "muy constructivos" por el Gobierno del país árabe, han allanado el camino para el avance del Ejército sirio en su lucha contra los grupos terroristas, en concreto contra EIIL (Daesh, en árabe).
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