martes, 17 de julio de 2018

Cuáles son las implicaciones inmediatas de la victoria de AMLO en México


Con más del 53% de los votos,  Andrés Manuel López Obrador (AMLO) obtuvo el pasado domingo 1° de julio la presidencia de México.

Cerca de 24 millones de votos, lo convierten en el presidente con más votos en la historia de su país. Se lanzó por primera vez como candidato a la presidencia de la República en el año 2006, lo hizo por segunda vez en el 2012, y finalmente esta tercera vez, en la que la abrumadora diferencia de más de 30 puntos ante su contendor más cercano hizo imposible que se repitiera el fraude electoral que lo apartó de la presidencia las dos veces anteriores.

Lo definitivo no fue solo la persistencia en su aspiración a la presidencia de México, sino el hecho de que mantuvo un trabajo político constante, creó su propio partido llamado MORENA, fue incorporando paulatinamente en su campaña a líderes y lideresas sociales de distintos sectores. Se mantuvo activo y beligerante como crítico frontal a los presidentes de turno, pero sobretodo a lo que representaban sus proyectos.

Esta perseverancia activa es un buen ejemplo para otros actores de la región como Gustavo Petro en Colombia, pues traza la ruta de una oposición que se consolida ante el establecimiento.

Pero en estos tiempos marcados por una reactualización de la Doctrina Monroe sobre la región, es necesario mantener la cautela, administrar las expectativas y pugnar por la mayor objetividad posible para analizar los resultados.

La cruda realidad de México

México es actualmente el paradigma de narcoestado, incluso por encima de Colombia.

Ningún país es visiblemente tan controlado por el narcotráfico como éste. Aunque es considerada la segunda economía de la región, su frontera con el mayor consumidor de drogas del mundo lo fue consolidando como la mejor ubicación para los carteles de la droga que poco a poco se fueron trasladando hasta México, y hoy controlan gran parte del territorio nacional, la economía, la política y, por supuesto, han naturalizado la violencia, el terrorismo, los asesinatos selectivos, la desaparición y el desplazamiento forzado.

La gigantesca economía mexicana tiene ahora un crecimiento vinculado a las economías paralelas que no reportan impuestos, y la desigualdad en la repartición del PIB entre su población lo ubica como el más desigual de la OCDE, y uno de los más desiguales de la región.

71 años ininterrumpidos de dictadura partidista del PRI que solo fueron debilitados por la elección del ex ejecutivo de la Coca Cola, Vicente Fox, en el año 2000, pero se recuperaron con el regreso de Peña Nieto a la presidencia en el 2012, acumularon graves violaciones a los derechos humanos del pueblo mexicano, siendo quizás la más recordada la masacre de Tlatelolco en 1968.

Debido a esa gran frontera que comparte con Estados Unidos, México no está sometido a la jurisdicción del Comando Sur sino que es el único país del hemisferio cuyo monitoreo y control militar está en manos del Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. La posibilidad de que el gigante del norte decida atentar contra la vida de AMLO antes de permitirle asumir la presidencia, continúa en el ambiente en tanto sus anuncios confronten o no los intereses que continúan dominando el país.

Solamente en este periodo electoral, 130 personas que aspiraban a alguno de los cargos de elección popular que se disputaron este domingo, o formaban parte del equipo de campaña, fueron asesinadas en los últimos meses. El mismo día de las elecciones se reportaron asesinatos de activadores de partidos en la contienda y ataques armados a centros de votación. Lo que aumenta esa terrible cifra.

El nuevo gobierno mexicano frente a los poderes fácticos

Los resultados oficiales de estas elecciones no se conocerán sino hasta el 8 de julio, según lo ha anunciado el INE, es decir, una semana después de realizados los comicios. Aún así, ya se han anunciado los resultados de lo que llaman un "conteo rápido" con el que ya los dos principales contendores han reconocido el triunfo de AMLO, tal como lo han hecho diversos gobiernos del mundo. MORENA ha logrado constituir un nuevo poder ejecutivo sumamente favorable para gobernar.

Obtiene, según este conteo rápido, el 52% del Senado, el 70% de la cámara de diputados y 6 de las más importantes gobernaciones del país, incluyendo la alcaldía de la ciudad capital con Claudia Sheinbaum, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho cargo.

Pero el verdadero reto de AMLO será enfrentarse al narcotráfico, la corrupción privada que ha depredado al Estado y el peso que las empresas transnacionales tienen en el destino económico de México. El nuevo presidente es un nacionalista, y hablar de nacionalismo en el país que tiene más de 3 mil kilómetros de frontera con Estados Unidos, basta para decir que se confrontan intereses estratégicos mundiales.

Los poderes fácticos de México alentados por Estados Unidos cuyo poder económico sobre México es innegable, harán muy difícil cada decisión política y económica que tome. Por esto, la posición económica que asuma AMLO será definitiva para su relación con la Administración Trump.

Si continúa con el modelo económico "liberal financiero" que ha imperado hasta ahora en México, funcional a la globalización, puede continuar el enfrentamiento con el modelo Trump. Pero si opta por una economía liberal más conservadora, nacionalista, puede encontrar una alianza novedosa con el presidente de Estados Unidos, según el analista político Daniel Estulín.

Qué puede implicar el nuevo gobierno de AMLO para Venezuela y la región

Aunque AMLO es un hombre progresista, nada lo dibuja como un verdadero hombre de izquierda. Sus propuestas económicas son cercanas a las que hiciera Trump para alcanzar la presidencia. Básicamente pueden encontrarse en su desacuerdo con los tratados de libre comercio que debilitan la economía nacional, su compromiso de incentivo a la producción nacional, la rebaja de los impuestos y el aumento de empleo como intereses supremos de su campaña. Incluso, AMLO se ha planteado revisar acuerdos recientes con China, que a su juicio son desventajosos para México.

Es decir, ambos, al menos discursivamente, están enfrentados a la tendencia neoliberal que en México impusieran el PRI y el PAN, siempre al servicio de los intereses estadounidenses por encima de los mexicanos. Pero ambos discursos económicos parecen coincidir en suscribir un enfoque económico liberal más conservador. La presión económica anunciada ya comenzó con una leve caída del peso el día lunes que se le atribuyó a su triunfo.

El día de ayer, luego de que Trump felicitara públicamente al nuevo presidente, manifestando su voluntad de trabajar con él y diciendo que ve mucho por hacer que beneficiará a ambos países, el presidente Maduro envió sus felicitaciones y lo convocó a fortalecer las relaciones bilaterales, pero haciendo énfasis en la no injerencia de asuntos internos y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Posteriormente, el 2 de julio en la noche se dio la primera comunicación directa entre Donald Trump y Andrés López, en el que según se conoció, este último le planteó la necesidad de suscribir acuerdos que tiendan a aumentar el empleo en México para minimizar la emigración hacia el norte. Esto demuestra la importancia que el gobierno de Trump concede a este triunfo y su presurosa carrera por alinearlo.

En su campaña, López dijo que la mejor política exterior es la interior. Esta es una definición muy importante que da cuenta de la importancia que dará al desarrollo nacional y la resolución de sus conflictos internos. En esa misma línea, habló del respeto a la soberanía y la no injerencia en asuntos internos de otros países, e incluso citó a José Martí en su ideario nuestroamericano.

Esto marcaría una ruptura con la política internacional del gobierno de Peña Nieto, quien fue extremadamente beligerante en torno a Venezuela, involucrando a su país en el llamado Grupo de Lima, protagonizando resoluciones antivenezolanas en la OEA, la Cumbre de las Américas, y en general posicionando su discurso contra el gobierno venezolano en la agenda internacional mexicana.

Con la salida de Enrique Peña Nieto, el Grupo de Lima pierde otro de sus protagonistas. Y el ala intervencionista del Congreso y la Casa Blanca, por su parte, en las primeras de cambio parecen perder un poderoso aliado económico y financiero para expandir el cerco contra Venezuela. Otro tanto sucederá con Luis Almagro y la OEA, donde Peña levantaba constantemente la voz contra Venezuela.

Lo cual resultaría positivo para Venezuela. Si además de eso, AMLO contribuye al fortalecimiento de mecanismos de integración reales y se centra en sus asuntos internos para dejar de lado la presión sobre Venezuela, el cambio en la correlación de fuerzas a favor de la paz regional y de nuestro país podría ser sustancial.

AMLO recién asumirá la presidencia en diciembre del año en curso. Casi medio año durante el cual pueden suceder aún muchas cosas en México, Estados Unidos y el continente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.