miércoles, 15 de agosto de 2018

Defender el diálogo soberano y la paz en Nicaragua contra la interferencia extranjera

Por Socorro Gomes.31 de julio de 2018. - La escalada en Nicaragua ha llamado más la atención de las fuerzas populares y de paz en América Latina y el Caribe, y en todo el mundo. Las señales de injerencia extranjera, en particular de los Estados Unidos, ya están claras en la disputa doméstica que, desde demandas legítimas en el ámbito económico, se ha intensificado hasta convertirse en la violencia que se ve en las calles, a pesar de los llamados al diálogo del gobierno Daniel Ortega y los compromisos que ha asumido.

Hace tiempo que rechazamos la injerencia de los Estados Unidos en las disputas internas en países de todo el mundo, la injerencia que apunta a imponer un cambio de régimen, promoviendo la toma de poder por grupos más favorables o subordinados a su agenda, directa o indirectamente. Parte de una estrategia geopolítica más amplia, las señales de esta interferencia en América Latina y el Caribe, donde se ha fortalecido esta política ofensiva, son claras.

Como en el caso de Venezuela, Honduras, Paraguay, Brasil y otros, Nicaragua, el histórico proceso emancipador liderado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
siempre fue blanco del imperialismo yanqui, que no escatimó esfuerzos para financiar y armar a los contrarrevolucionarios. fuerzas en la década de 1980 y, más recientemente, los conservadores y reaccionarios. Estos, a su vez, incluso han empleado grupos de seguridad privados y paramilitares.

El objetivo es derrocar a un gobierno que fue reelecto legítimamente hace solo dos años con un apoyo popular masivo, chantajeándolo y exigiendo la anticipación de las elecciones previstas para 2021.

Intensificar las tensiones en las calles y alimentar las acusaciones de que los gobiernos afectados son autocráticos o corruptos son algunas de las tácticas más claras del imperialismo yanqui y de los fundamentos que llevan a cabo su agenda, financiando y promoviendo ciertas fuerzas nacionales en numerosos países, con el objetivo de desestabilizar naciones

También participan en esas redes otras fuerzas que se rinden al calor del momento y se olvidan del análisis estratégico necesario para preservar la soberanía nacional y popular durante tales crisis.

Debemos encomiar la iniciativa del gobierno de Ortega para comprometerse con las demandas de la oposición y su insistencia en instar al diálogo nacional, sin condiciones previas que violen la soberanía del pueblo expresada por el voto para avanzar en el diálogo.

Mientras expresamos nuestras más profundas condolencias a las víctimas de la violencia, apoyando la investigación de los episodios violentos, debemos condenar a las fuerzas que provocan la desestabilización del país, repudiando en los términos más firmes lo que nuevamente se evidencia como otro intento de golpe de Estado en la región. Este intento es parte de la campaña contra las fuerzas progresistas o contra aquellos que defienden la soberanía de su nación en toda América Latina y el Caribe.

La solidaridad con el pueblo nicaragüense, en defensa del diálogo nacional y soberano, se traduce en el fortalecimiento de la lucha por la paz en Nicaragua y en toda América Latina.

Socorro Gomes es Presidenta del Consejo Mundial de la Paz

mltoday

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