‘Compra de licor con donaciones’: Corrupción marca un año de Guaidó

Casos de corrupción marcan la vida política del autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó, durante el 2019.

En primer lugar, la supuesta “ayuda humanitaria” –recaudada en febrero de 2019 durante un concierto en la ciudad de Cúcuta (frontera con Colombia)– proveniente de EE.UU., Canadá, Alemania, Suecia, Argentina, Chile, Colombia, Puerto Rico y la Comisión Europea (CE), para ser entregada a los venezolanos de bajos recursos. Sin embargo, ni el dinero ni los productos llegaron a manos de los ciudadanos.

Esto provocó que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidiera una investigación sobre la supuesta “apropiación de fondos” de esta “ayuda humanitaria” por parte de los representantes de Guaidó en Colombia. La indagación reveló que el dinero estuvo destinado al pago de “prostitutas, licor, manejo indebido de los fondos, facturación ficticia y varias otras irregularidades.

Otra de las acusaciones también hace referencia al desvío de dinero destinado a ayudas

humanitarias procedente de la Agencia de EE.UU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

El nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Luis Parra, electo el 5 de enero, pidió averiguar el destino de los recursos que el golpista Guaidó recibió de la USAID, y ver “en qué manos fue a parar ese dinero”. Para lo cual, pidió investigar a personas, instituciones u ONG que hayan recibido estos fondos.

Según datos proporcionados por el organismo, este ha suministrado casi 467 millones de dólares a la oposición venezolana por concepto de “ayuda humanitaria”.

La agencia estadounidense reconoció también haber asignado fondos para “compensación, costos de viaje y otros gastos” para supuestos “asesores técnicos de la AN” y la administración interina de Guaidó, “a través de fondos de asistencia”. 

Guaidó cumple ya un año sin haber logrado su objetivo que es el de derrocar al presidente Nicolás Maduro, y por si fuera poco, sufre las profundas fracturas dentro de sus filas lo que ha generado que su liderazgo se debilite.