Mercedes Alaya, la que fuera jueza instructora del caso de corrupción de los EREs, dice haber sufrido presiones por parte de la presidenta regional, y miembro del PSOE, Susana Díaz.
La jueza Alaya ha concedido una entrevista al diario ABC, en la que denuncia falta de independencia del poder judicial, afirmando que le 'quitaron' la instrucción de las macrocausas en Andalucía "por miedo" a que siguiera investigando los cursos de formación -cosa que "no interesaba" ni en el PP ni en el PSOE- y señala "presiones internas" del TSJA, así como presiones políticas "entre ellas las de Alfonso Guerra y la Junta".
"Había un acuerdo político evidente que consistía en que el PSOE se mantuviera fuerte en Andalucía y, a cambio, dejar al PP en el resto de sus comunidades autónomas. En segundo lugar, me puedo plantear que las ilicitudes en los cursos de formación no sólo estuvieran
produciéndose en Andalucía sino que pudieran extenderse a otras comunidades donde no gobernaba el PSOE", asegura la jueza en la entrevista al citado diario.
La jueza tuvo que abandonar el controvertido caso del saqueo a las arcas de la Comunidad de Andalucía, por parte del gobierno del PSOE, tras ser ascendida en su cargo. El extraño e inoportuno ascenso no tuvo ningún comentario por parte de la jueza, haciendo propagar los rumores de que fue un trato de favor pactado con ella para apartarla de la causa que investigaba.
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