Arabia Saudí y Baréin, en una medida coordinada con Estados Unidos, han designado al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica de Irán

Arabia Saudí y Baréin, en una medida coordinada con Estados Unidos, han designado al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica de Irán como ‘terrorista’.

Según un comunicado difundido este martes por la agencia oficial saudí de noticias, SPA, Riad y Manama han añadido a su lista negra terrorista al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica (CGRI) de Irán y también al comandante de las Fuerzas Quds del CGRI, el general Qasem Soleimani, militar iraní de alto rango conocido por su papel en la lucha contra los grupos terroristas en Irak y Siria.

Al mismo tiempo, han añadido a su lista a Hamed Abdolahi y Abdul Reza Shahlai, dos altos mandos militares del CGRI, y sin presentar evidencia alguna, han vuelto a acusar a Irán y al CGRI de participar en actos desestabilizadores en Oriente Medio.

Arabia Saudí y Baréin han hecho énfasis, además, en su cooperación con Estados Unidos en

el marco del recientemente creado Centro de Focalización contra la Financiación del Terrorismo (TFTC, por sus siglas en inglés), integrado por EE.UU. y varios de los países árabes ribereños del Golfo Pérsico, para aplicar más presión a Irán.

Esta misma jornada, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha acusado a dos ciudadanos iraníes de estar vinculados a actividades terroristas y les ha añadido a su lista negra. En esta ocasión, tampoco ha presentado evidencia alguna al respecto.

En octubre de 2017, el Departamento del Tesoro de EE.UU. incluyó el nombre del CGRI en su lista negra y le impuso sanciones por el programa de misiles y el apoyo de Teherán a los movimientos de resistencia islámica de Palestina (HAMAS) y de El Líbano (Hezbolá), calificados de terroristas por EE.UU.

Por otra parte, esta unidad militar iraní es blanco de la ira de Washington por las actividades que lleva a cabo, en concreto en Siria, en donde ayuda al Gobierno de Damasco en su lucha antiterrorista.

Las autoridades iraníes habían advertido de que, si se pasa a considerar al CGRI una organización terrorista, ello se traduciría en “una declaración de guerra” y, en represalia, Irán también declararía terrorista al Ejército estadounidense.

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