La transferencia de la sede de la petrolera nacional venezolana PDVSA de Lisboa a Moscú, ordenada por Nicolás Maduro el viernes, es sobre todo un gesto político, dijo Dimitri Marintchenko, director del grupo de recursos naturales y materias primas de Fitch Ratings.
“Este gesto es más simbólico. Si la transferencia de la sede europea realmente tiene lugar, será una nueva señal de apoyo a Maduro desde Moscú”, explica en una entrevista con Sputnik.
“La oficina de Lisboa era más una representación. El negocio de PDVSA se concentra en Venezuela. Además hay una refinería en los EEUU, cuyo acceso está prohibido debido a las sanciones”, dice la analista.
“La PDVSA no tiene virtualmente activos importantes en Europa; tiene una participación
del 50% en una empresa conjunta con la compañía sueca Neste, que posee algunas pequeñas refinerías”, agregó Marintchenko.
Consultado sobre las consecuencias de mover la sede a Moscú, el experto dijo que allí solo se puede usar el rublo, una moneda de confianza para los venezolanos.
La transferencia de la sede europea de PDVSA a Moscú fue anunciada este viernes 1 de marzo por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez luego de unas negociaciones con Serguei Lavrov. La funcionaria venezolana justificó la decisión tomada por el presidente Maduro por la incapacidad de Europa para garantizar a Caracas la seguridad de sus activos.
Rusia, al igual que China, Irán, Turquía y varios otros países, ha expresado su apoyo a Venezuela y ha paralizado en la ONU las acciones de EEUU contra ese país.
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