Por Li Haidong.- Independientemente de la etiqueta diplomática y las repetidas objeciones de China, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha llamado repetidamente al nuevo coronavirus "virus chino". El columnista del New York Times Paul Krugman, en un artículo publicado en este periódico, acuñó el término "pandemia de Trump", que ha conmocionado a muchos expertos estadounidenses.
Las élites políticas y mediáticas de los EE. UU. tienen claro que el ataque del virus en los EE. UU. fue causado por la falta de vigilancia y el incumplimiento del deber de la administración Trump. El término "pandemia de Trump" transmite con precisión la idea de que la administración Trump tiene la responsabilidad ineludible de la actual pandemia de coronavirus.
Durante mucho tiempo, Trump se ofendió cuando los medios estadounidenses lo criticaron a él y a su administración. Convenientemente dejó de lado su responsabilidad llamando a
sus informes "noticias falsas". En un momento en que la política de Trump sobre la pandemia resulta ser errónea, los medios estadounidenses pueden atacarlo, lo que demuestra que algunos medios estadounidenses pueden lograr el equilibrio tan necesario entre el presidente y su administración.
El brote de coronavirus ahora está ocurriendo en los Estados Unidos. En enero y febrero, cuando un brote similar se apoderó de China y China realizó enormes esfuerzos para combatir la epidemia, el presidente de los Estados Unidos no tenía sentido al respecto, ni hizo ninguna preparación política y reserva de recursos. La Organización Mundial de la Salud ha instado reiteradamente a otros países a que aprendan de la experiencia de China, mientras que Trump simplemente hizo oídos sordos y enfatizó que el riesgo en los Estados Unidos era "muy bajo". Sin embargo, el número de casos infectados casi ha llegado a 20,000 y el número de muertos superó los 200 al cierre de esta edición, lo cual es una tragedia total.
También está la cuestión de la transparencia. Se informa que poco después de una sesión informativa en enero en el Senado sobre el brote de coronavirus, cuatro senadores estadounidenses vendieron acciones mientras ocultaban información sobre el brote. La serie de escándalos muestra que algunos políticos estadounidenses solo miraron por su propio interés y aprovecharon la información no pública, poniendo en peligro los intereses y la vida del público estadounidense.
Después de que salió a la luz el escándalo, los estadounidenses y los medios de comunicación estadounidenses arremetieron contra la administración Trump y es bastante razonable que los medios lo calificaran de "pandemia de Trump". Si bien la administración Trump intentó pasarle el dinero a China acuñando el insulto racial "virus chino", se cree que incluso los medios estadounidenses y la gente no comprarían un comentario tan fatuo.
El enfoque de la administración Trump en los datos económicos y las elecciones presidenciales de 2020 es una de las principales razones de la pandemia mundial. Por el momento, la principal prioridad de Trump es ganar la carrera presidencial, y los datos económicos brillantes son muy importantes. Pero el hecho es que la economía de los Estados Unidos está enredada en serios problemas. Si Trump o la pandemia tienen la culpa, o si los problemas económicos son un resultado natural del círculo económico de los EE. UU., las figuras políticas de los EE. UU. lo interpretarían según sus propios entendimientos políticos. No importa lo que digan, la economía de EE. UU. ha caído en espiral hacia el estado antes de que Trump asumiera el poder. Estados Unidos casi se ha quedado sumido en una crisis financiera golpeada por la pandemia de coronavirus. Trump ha subestimado en gran medida la situación de la epidemia interna de los EE. UU. esto daría un golpe fatal a su intento de reelección.
Krugman en su columna dijo: "No confíes en el presidente", haciéndose eco con razón de la confianza destrozada de muchos estadounidenses en Trump. Cualquiera que sea la agenda política de Trump, la realidad es que cuando usa reiteradamente y deliberadamente el insulto racista "virus chino", la mayoría de los estadounidenses no están prestando mucha atención a la política en este momento. La disminución de los ingresos y el aumento del desempleo son lo que les importa. Cuando la vida de los estadounidenses se enreda en mayores dificultades y el transporte se vuelve más inconveniente, ¿el público estadounidense culpará a China? La respuesta es no. En cambio, acusarían a la administración Trump de ser incompetente para lidiar con la crisis del coronavirus. Pensarían que es una "pandemia de Trump", como es la verdad.
Muchas elites estadounidenses creen que Trump es un "bárbaro". Su desdén por Trump aumentará a medida que la pandemia de coronavirus se desate. Es probable que más personas estadounidenses piensen de la misma manera.
Global Times
El autor es profesor en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China. opinion@globaltimes.com.cn
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