En plena crisis de la COVID-19, Jair Bolsonaro, rodeado de guardaespaldas, se come un perrito caliente en la calle, mientras los brasileños le gritan “asesino”.
Brasil se encuentra hundido en una crisis sanitaria por el nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, pero, a su presidente ultraderechista le apeteció el sábado comerse un perrito caliente en una calle de Brasilia, la capital.
Los videos grabados muestran al mandatario comiéndose el bocadillo mientras se escucha cómo la gente le grita “asesino” y “basura” en medio de una cacerolada.
Sin embargo, Bolsonaro no prestó ninguna atención y terminó su comida tranquilamente, rodeado de guardaespaldas y periodistas.
El mandatario brasileño, según fotos y videos tomados, estaba comiendo junto a Luiz
Eduardo Ramos, el ministro de la Secretaría de Gobierno.
Bolsonaro ignora todas las recomendaciones para evitar el contagio de la COVID-19, incluso el domingo, participó en un mitin con sus seguidores sin portar mascarilla, y rompiendo las medidas de distanciamiento social.
El mandatario brasileño, según fotos y videos tomados, estaba comiendo junto a Luiz Eduardo Ramos, el ministro de la Secretaría de Gobierno.
Bolsonaro ignora todas las recomendaciones para evitar el contagio de la COVID-19, incluso el domingo, participó en un mitin con sus seguidores sin portar mascarilla, y rompiendo las medidas de distanciamiento social.
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